domingo, 24 de julio de 2011

Marmitako de Salmón, o de Rape, o de Bonito con Sepia

Ingredientes para cuatro o cinco personas (si sois más a multiplicar)


• 2 Cebollas (picar)
• 2 Dientes de ajo (picar)
• 1 Pimiento verde (picar)
• 2 Tomates (rayados)
• 2 ó 3 Patatas (depende del tamaño)
• 1 Sepia (a ser posible limpia, seguro que el pescadero se enrolla)
• 1 Kilo de Salmón, o Rape, o Bonito (en este caso Rape)
• 1 Vaso de vino blanco (no hace falta que sea del bueno, pero sí lo es, mejor)
• 1 Litro de Caldo de pescado (hasta que cubra)
• Aceite de oliva (del bueno)
• Sal

Calentamos el caldo de pescado y lo reservamos caliente en un cazo aparte.

Lavamos y cortamos el pescado en dados y lo reservamos. Lo mismo con la sepia que la saltearemos en la sartén un poco, dos o tres minutos y reservaremos.

Mientras, pelamos y triscamos las patatas, o sea, cortamos pero no del todo, cuando vayamos por medio corte, rompemos la patata, para darle mejor gusto al guiso. Así desprende la fécula, le da más espesor al caldillo y mojamos el chusco de pan. Reservamos.

Cortamos la cebolla en juliana finita. Picamos el pimiento, pequeñito. Lo mismo con los ajos. El tomate lo rayamos y reservamos. Yo, a veces, lo paso todo por la picadora y hago todo el sofrito de una vez, como es este caso.

En una cazuela, si es de barro, mejor, doramos la cebolla y el ajo a fuego lento. En dos o tres minutos, echamos el pimiento. Cuando esté amarillita la cebolla, echamos el tomate rayado.

Pasados unos cinco minutos, introducimos las patatas y las freímos un poco, un par de minutos más o menos. Ponemos el vino y dejamos que caliente un minuto más.

A continuación vertemos el caldo de pescado hasta que cubra las patatas, ponemos sal y dejamos que cueza unos quince o veinte minutos a fuego suave. Que haga “chup chup”.

Al cabo, apagamos el fuego e incorporamos el pescado. Tapamos la cazuela y dejamos que se haga todo otros diez o quince minutos con el calor residual.

Receta, como podéis ver facilona. El truco está en romper la patata para que el guiso salga espesito. Aunque es un plato caliente, hasta en verano tiene su puntito. Y si lo tomamos con un Txakolí, un Verdejo, un Albariño, o cualquier vino blanco afrutado y fresquito… pues eso, para llorar.



Por supuesto, esto no es original mío, pero tiene un toque.
Que la disfrutéis.
Fernando S.

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