Ingredientes para cuatro personas; si sois más, a multiplicar, ¿menos? para el congelador.
Esta receta está sacada de un estuche de salmón congelado, pero la he “tuneado” a mi manera según la iba haciendo, pero la base es esa. No digo la marca porque el sponsor no suelta la gallina.
• Cuatro lomos de salmón (pueden ser congelados, se deja descongelar de vísperas en el frigo y a funcionar)
• Un tomate
• Una cebolla
• Dos ajos
• Dos o tres patatas grandecitas para acompañar
• Tres o cuatro cucharadas soperas de aceite (del bueno, como siempre)
• Sal, pimienta y perejil picadito
Procedimiento
1.- Lo primero, lavamos un poco el salmón y lo dejamos escurrir, mientras y como ya hemos hecho otras veces pelamos, triscamos y cocemos un poco las patatas, no mucho, que al pincharlas notemos un poco duras, luego se acabarán de hacer junto al pescado. Una vez cocidas, las sacamos del agua y las reservamos.
2.- Pelamos el tomate (cuchillo bien afilado para evitar accidentes), la cebolla lo mismo y los ajos llevan el mismo camino. Ya lo he comentado, para ahorrar tiempo todo a la picadora y de ahí a la cazuela que ya estará con el aceitito caliente. Ojo que no suelte humo, que se quema. Un poco de sal y lo dejamos que se haga a fuego lento, poco a poco, que se rehogue bien.
3.- Pasados unos seis o siete minutos o cuando veáis que ya está bien pochado, y empiece a hervir, añadimos los lomos de salmón, CON LA PIEL HACIA ABAJO. ¿Por qué? Para que suelte la grasilla que lleva y que le dará un toquecillo a la salsa. Espolvoreamos un poco de pimienta negra molida y un poco de perejil; que cuezan durante veinte minutos aproximadamente a fuego medio, que haga “chup chup” con calma.
4.- Cuando queden ocho o diez minutos, añadimos las patatas cocidas, las damos unas vueltas para que se unten bien de la salsilla. Cuidado en no romper los lomos.
5.- Después de esos veinte minutos apagamos el fuego y lo dejamos otros quince al calor residual y de ahí al plato y que lo disfrutéis.
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